Sobre…
El joven pianista que corre 10 kilómetros, estudia física por afición y sueña con Europa.
Desde Reñaca, Vicente Pulido emerge como uno de los jóvenes talentos más prometedores del piano en Chile. A sus 17 años, cursa Cuarto Medio y estudia en el Conservatorio Nacional Sergei Prokofiev, en Concón, bajo la guía del destacado profesor Mario Cervantes Gómez. Su pasión por la música clásica no solo lo ha llevado a perfeccionarse con disciplina, sino también a proyectar su futuro en Europa, con miras a continuar sus estudios en la prestigiosa Hochschule für Musik Detmold.
Becado por la Corporación de Amigos del Teatro Municipal, Vicente representa una nueva generación de músicos que combinan excelencia artística, curiosidad intelectual y profundidad emocional. “La música ha sido algo trascendental en mi vida: es mi oxígeno y mi pasión”, asegura.
Aunque su primer acercamiento al piano fue casi un juego —explorando un teclado que había en su casa—, pronto supo que era algo más. Desde entonces, ha complementado su formación musical con estudios de composición y un sólido nivel de inglés certificado por Cambridge.
También ha incursionado en robótica, taekwondo (es cinturón negro), ajedrez, lectura voraz y largas corridas matutinas. Entre sus libros favoritos figuran “1984”, “Juan Salvador Gaviota”, “La rebelión en la granja” y “¿Qué pasaría si…?”, una exploración lúdica de la física.
Vicente no es indiferente a los desafíos de la enseñanza musical en Chile: “En los colegios la música se aborda de forma superficial. Faltan herramientas para enseñar a escuchar, no solo oír”. Propone una educación musical que enseñe a los jóvenes a analizar y apreciar la belleza de la música clásica, esa que para él es su mundo.
Gracias al respaldo de la Corporación de Amigos, Vicente puede seguir desarrollando su talento con proyección internacional. Y mientras recorre sus 10 kilómetros diarios, sueña con representar a Chile en concursos, grabar sus propios discos y volver algún día al Teatro Municipal como solista.