Amigos del Municipal

El destino de Joshua Montenegro Rodríguez (19) en el ballet parecía sellado. Nieto de una primera bailarina del Ballet Nacional Chileno, su padre orientó su camino a la danza, tal como lo hiciera con sus tres hermanos mayores, cuando tenía siete años. Junto a su hermana menor Isidora, ingresó en 2013 a la Escuela de Ballet del Teatro Municipal, donde cursa su último año para convertirse en profesional.

Su talento ya fue fichado al rendir sus exámenes finales del año pasado, cuando la directora de la Ecole de Danse de l’Opera de Paris, Elisabeth Platel -integrante de la comisión examinadora- seleccionó a Joshua y a otros tres bailarines para becarlos en el Paris Ballet Summer School 2025. Allá estará tres semanas, desde el 26 de junio al 15 de julio.

Becado por la Corporación de Amigos del Teatro Municipal desde hace unos años, en esta oportunidad fue apoyado con el pasaje a París para cumplir su sueño de perfeccionarse en esa ciudad, cuna del ballet clásico.

Nacido en Santiago, en un hogar de esfuerzo, su padre no dudó en que sus hijos se dedicaran a la danza como una opción profesional, que además los acercara a la cultura.

Joshua ha cumplido las expectativas de su padre, aspirando a ser un bailarín profesional y “de renombre”. Al ballet clásico ha sumado estudios de danza moderna y de carácter para ampliar su perspectiva artística.

Si bien su talento natural se impone, Joshua admite que no es fácil estudiar ballet en Chile. “No es muy accesible, hay pocos lugares donde se fomente y se enseñe esta disciplina artística y solo algunos ofrecen una formación lo suficientemente completa para preparar a los estudiantes a nivel profesional”.

El ballet para él “lo ha sido todo, desde que nací, siempre he estado en este maravilloso rubro, que me da personalidad, disciplina, constancia y humildad”.

Advierte además que, al existir solo una compañía profesional de ballet clásico en el país, se limitan las oportunidades laborales y hace que muchos no se atrevan a seguir este camino. A eso suma que para dedicarse con seriedad a esta disciplina, muchos deben abandonar la educación escolar tradicional y optar por enseñanza online o exámenes libres para flexibilizar sus horarios y dedicarse a entrenar. “No obstante los obstáculos, es lo que elegí y cada día que pasa me enamoro aún más de mi elección, no puedo estar más feliz de haber elegido este camino”.

Su principal ejemplo son los estudiantes de cursos más avanzados en la escuela de ballet, que lo mantienen en constante desafío para superarse, mientras que el apoyo motivacional lo agradece a su familia.

El repertorio favorito de Joshua en el ballet es Pinocho, de Jaime Pinto, y Romeo y Julieta.

Su pasatiempo es la repostería, que logra desconectarlo totalmente del mundo y lo desafía a mejorar cada postre.

¿Alguna película, serie o libro favorito?
“Me gustan las series que tratan de la superación y motivación”.

 

Joshua es ahora el protagonista de su propia historia.