¿Cómo te acercaste a la música?
A los 10 años ingresé a un taller de guitarra, en Ancud. En mi familia había una guitarra, así me acerqué un poquito al mundo musical.
¿Por qué elegiste tu instrumento?
Mi acercamiento oficial al violín fue en un proyecto para hacer una orquesta de cuerdas, donde me prestaron uno. Había otros instrumentos de cuerdas, pero por curiosidad me incliné por el violín. Mis padres después me compraron uno pequeño, En un contexto donde no había nada artístico a que acceder, fue lo único que vi en la época y aproveché esa oportunidad.
¿Qué crees que puede aportar la música a Chile de hoy?
En lo personal, me aportó mucha disciplina orquestal y como persona. Hay que aprender a ordenarse, a seguir órdenes, a trabajar en conjunto. Son cosas que muchas veces uno en la casa no trabaja tanto, en el colegio tampoco. Solo la música te lo puede dar y de una forma mucho más amigable, ya que estás trabajando con arte. Para los jóvenes que pueden estar confundidos o pueden tener problemas en sus casas, en su ambiente social, puede ser una luz en ese camino.
